Dicen que cuando te ponen un nombre te asignan también un destino. La realizadora de este ensayo documental heredó el suyo de una tía que murió muy joven y a la que no conoció. A través de una película de 8mm de 1962 y entrevistas con quienes la conocieron, intentará develar sus secretos y reconocerse un poco más ella misma.
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Rosita, de Ileana Matamoros
Reencontrarse en otros
Tibufilms, 2018
De Eduardo Varas para Primicias
Este es un ejercicio de cómo, a través de las memorias de su familia y amistades, Ileana Matamoros reconstruye la vida de su tía Rosita, a quién no nococió. Y con quién comparte su primer nombre. Pero hay más que eso, Matamoros hace una radiografía sobre una Guayaquil de barrio que existe en los recuerdos, en las películas de super 8.
El resultado es emocionante y tiene al espectador con una sonrisa, que está ahí sin que se dé cuenta.
El film es muy inspirador y transmite al espectador todos los sentimientos de los familiares y amigos que llegaron a conocer a Rosita. Me encanta la fotografía que tiene, definitivamente la recomiendo muchísimo. Ileana Matamoros es una inspiración.
Un relato conmovedor y bello. El viaje de ida y vuelta de sus personajes entre el pasado y presente a través de la vida de Rosita, me perece genial. Gran narrativa audiovisual de Ileana.